Curiosamente, un par de personas me han hecho esa pregunta en los últimos meses.
Se que solo se han atrevido dos, pero estoy seguro que mucha gente lo piensa. El contexto es simple:
La crítica más fuerte que yo hago a muchos religiosos extremos (no necesariamente a las religiones), porque lo he visto de primera mano, es que se acercan a su religión o a Dios, cuando están literalmente en el fondo. Yo conozco personas que eran ateas y ahora se dedican a ser pastores predicadores con un altísimo grado de FE, que antes no tenían. Y para nada estoy diciendo que DIOS, o como lo quieras llamar no ayude, porque claro que lo hace; sin embargo, ¿por qué acercarse a esa energía solo cuando estás tocando fondo? Mi humilde punto es que deberías acercarte a Dios en todo momento: tanto en la buena como en la mala.
Lo mismo sucede con lo que yo hago: entrenar personas y empresas con herramientas de Programación Neurolingüística. Quiero contarte que cuando yo conocí la PNL estaba muy bien; me desempeñaba como Gerente de ventas de una empresa Multinacional del sector de educación, ganando un muy buen salario y en un nivel personal y profesional bastante alto. No caí en nada ni estaba a punto de desfallecer cuando conocí sobre PNL; de hecho, puedo afirmar sin temor a equivocarme que, si hoy no estuviera haciendo esto, seguiría como Gerente de ventas de esta gran empresa o de alguna otra. Vi sencillamente una oportunidad de hacer algo diferente, con un tema que sonaba muy bien y aquí estoy, 14 años después.
Y es que el error más frecuente es creer (creencia limitante) que quien toma un programa de PNL, o quien acude a un Coach, un psicólogo, un Sacerdote, pastor, un Mentor, es porque está en el fondo del barril y que alguna de estas herramientas es la fórmula mágica para salir de ese fondo; nada más errado que eso. De hecho, cuidar la salud mental, desde el anulo que quieras verlo, implica justamente algo preventivo y no solo esperar al último minuto para que una herramienta salve tu vida.
Por eso, encontrarás en diferentes fuentes que empresarios exitosos y gente cuya vida está en una línea de desarrollo normal tienen un Coach o toman un programa de PNL, o acuden a un psicólogo o Sacerdote, etc. Porque es justo en esos momentos, donde tu vida está al alza, que debes cuidar tus pensamientos y tus comportamientos.
No deberías hacer ejercicio o comer saludable solo porque consideras que tu salud está en riesgo; no deberías acudir a Dios solo porque crees estar solo y sin salida. Bueno, tampoco creas que se acude a la Programación Neurolingüística porque estás a la baja. La PNL, puntualmente es una gran herramienta que te permite, a través de su múltiple contenido, aprender cómo lograr una de dos cosas: o encontrar el camino a la solución de un problema que se está manifestando en tu vida (comunicación, relacionamiento, etc.) o a potenciar tu cerebro para que alcances aún mejores resultados que los que hoy tienes en tu vida.
No hay que “caer” en nada para aprender Programación Neurolingüística (PNL). Hay que tener el deseo de mejorar, crecer y lograr resultados sostenibles en el tiempo en cualquier área de tu vida.